¡Qué lindo es ver los Juegos Olímpicos en casa con los chicos! Por fin podemos mostrarles el verdadero espíritu deportivo, un espectáculo un poco más alentador del que diariamente nosotras podemos ofrecerles como ejemplo. Ésta es la rutina de ejercicios semanal de cualquier mamá, campeona olímpica del hogar:
1. Levantamiento de pesas: con dos bolsas de Carrefour en cada mano, más repletas ahora que nunca, ya que en provincia también te cobran por cada bolsa y amontonás todo lo que podés en unas pocas.
2. Baloncesto: se practica mientras cambiás el bebé. Para no dejarlo solo, por riesgo a que se caiga del cambiador, con una mano arrojás el pañal al cesto que está a metro y medio de distancia y (de vez en cuando) la embocás. Si no entró, quedará en el suelo durante un rato, hasta que tengas tiempo de ir a recogerlo (es posible que sea a la noche, o al día siguiente). No se recomienda practicar este deporte cuando el balón tiene caca.
3. Lucha: lo practicamos todas las mañanas, a las 7 AM, cuando los tenemos que levantar para ir al colegio.
4. Tenis: siempre en verano, en el cuarto de los chicos, con la raqueta de matar mosquitos.
5. Clavados: son todas las actividades a las que tu hijo tiene que llegar EN PUNTO. Y también todas aquellas en las que tenés que retirarlo en un horario altamente estipulado. Cinco minutos tarde y los adultos a cargo te mirarán como a una madre irresponsable y desorganizada.
6. Hockey. Con la escoba, barriendo juguetes que quedaron tirados por toda la casa. No hay arco, con arrinconarlos en un sector alcanza para ganar el juego.
8. Triatlón: de vez en cuando viene este ejercicio combinado, más que esforzado. Sucede cuando papá está de viaje por trabajo y mamá hace todo lo que, diariamente, se hace de a dos. O sea, mamá levanta a los chicos a la mañana, los viste mientras les prepara el desayuno, lleva al primer hijo al colegio, al segundo al jardín, todo en el mismo horario y en tiempo récord.
9. Pentatlón. Es igual que el anterior pero, a todo aquéllo, se le suman actividades extras, de distinto tipo y siempre en horarios superpuestos. El otro día, por ejemplo, me tocó llevar a una de mis hijas al médico y a otra a un cumpleaños, todo en simultáneo, mientras me acordaba que todavía me faltaba pasar por la farmacia y el supermercado.
9. Artes marciales: a veces, después de un día chino, queremos hacer volar todo con una patada de taekwondo, pero nos contenemos como si poseyéramos la concentración, la paciencia y la sabiduría oriental. En esos días, mejor no explotar.
10. Remo: y sí, la remamos día a día, ¿o no?
¡¿Quién dijo que no sudamos la camiseta como un campeón olímpico?! Entrenamos todos los días, aunque estemos exhaustas, enfermas o no hayamos dormido, mientras (a veces) ¡papá sólo nos alienta desde la tribuna!
Todas las mamás nos merecemos una gran medalla dorada. Por suerte los tenemos a los chicos, que -más valiosos que el oro- son el mejor premio que podríamos recibir por tanto esfuerzo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarjajajaja moyy bueno
ResponderEliminarMas explicito no podia ser. Suerte que hay alguien que puede poner en palabras lo que sufrimos o luchamos a diario. Muy divertido.
ResponderEliminarMas explicito no podia ser. Suerte que hay alguien que puede poner en palabras lo que sufrimos o luchamos a diario. Muy divertido.
ResponderEliminar