viernes, 10 de junio de 2016
Trabajar o no trabajar, ésa es la cuestión
Tenemos hijos y... trabajar o no trabajar, ésa comienza a ser la cuestión. No importa qué decisión tomemos, siempre vamos a sentir culpa. Si decidimos no abandonar nuestras carreras y dejamos a los chicos ocho horas en el jardín o en casa con una señora: sentimos culpa. Si en cambio abandonamos toda nuestra trayectoria y nos quedamos a ser mamás full time, ¡también sentimos culpa! Porque en un abrir y cerrar de ojos perdimos el recorrido logrado y muy pronto todo el universo laboral se ha olvidado de nosotros. Si decidimos hacer un "miti-miti" y hacer malabares entre la casa y el trabajo, sentimos también... ¡¡¡culpa!!! Siempre parece que estamos en falta con alguien, que no logramos cumplir el objetivo, porque en el trabajo nos ocupamos de lo que sucede en casa y, en casa, nos ocupamos del trabajo. Claramente, no funciona.
El mundo laboral es totalmente ingrato con las madres. Enseguida te sacan de carrera y los de atrás, como expertos atletas jugando al rango, te pasan por encima, dejándote tirada cinco lugares atrás, mientras disfrutan su (falsa) victoria. "Pero en unos meses vuelvo..."- atinás a decirles, aunque todos sabemos que, de ahora en más, nada será igual. Ya nunca más vas a salir impecable de punta en blanco, ni te vas a poder quedar después de hora sin hacer varios llamados para organizar la "logística" de ese imprevisto, ni vas a hacer tranquila home-office porque tus gurrumines te interrumpirán cada cinco minutos, ni vas a poder disfrutar de las cenas de trabajo sin mirar el reloj y levantarte primera después de la comida para volver corriendo a casa. El celular se volverá tu mejor aliado, porque con él podrás sentir el poder de estar en dos lugares al mismo tiempo, controlándolo todo a distancia. Pero bueno, no desesperemos. Dejamos algo, pero ganamos mucho (sí, también ganamos en estrés, tienen razón). En fin, a tomarse un trago -Vermuth y Good Show!-, a respirar y aceptar el cambio y ya vendrán tiempos mejores (en lo laboral). Y si tuvimos que dejar el laburo, bueno, ya habrá otros. Y si tuvimos que seguir en el laburo, que nuestro jefe se banque el cambio. Ya tendremos tiempo en el futuro para dedicarle a full a la carrera y volver a pegar saltos de atleta, ganar medallas y subir escalafones. Que el resto del mundo siga jugando al rango; yo mientras tanto disfruto de ese planeta aparte que es mi hogar.
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